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jueves, 26 de septiembre de 2019
Los Espejos
¿Recuerdan esa escena de la película Enter The Dragon en la que Bruce Lee está peleando en una sala llena de espejos? ¿Recuerdan la versión de esa escena en "Dragon: La Historia de Bruce Lee"?
Se supone que Bruce Lee se enfrenta a un demonio para proteger a su hijo. Una metáfora sobre enfrentar tus propios miedos. Al final Bruce sale victorioso después de una pelea entretenida y sobre dimensionada. Como debe ser.
Estoy convencido que la vida nos brinda oportunidades, esa palabra implica algo favorable, pero yo creo que no necesariamente debe implicar algo favorable. Un escenario adverso podría enseñarme mucho, o revelar algo más sobre mi. ¿Qué tal si la vida nos brinda la oportunidad de enfrentarnos a nuestros miedos? ¿Qué tal si no podemos enfrentarlos en ese momento? ¿Voy a entrar en pánico? ¿Me van a temblar las piernas? O lo que es más importante aun... ¿Voy a ser capaz de identificar el momento?
En la película sobre Bruce Lee se recrea esta escena de una manera muy cinematográfica, atractiva, el héroe venciendo al villano, una lucha contra el mismo. Sería más fácil enfrentar un miedo que está tan expuesto, tan visible. Ojalá fuera fácil enfrentarse a los miedos propios de manera tan hollywoodesca. El final siempre es feliz. Ahora les escribo sobre esa oportunidad literalmente. Me ha pasado. Pero cuando estoy ahí, con mi miedo de ese día en frente de mi, tiene forma de niebla, de altura, de viento, de lluvia, de frío... Me consume el miedo, el pánico. ¿Cuánto voy a durar?
Me tiemblan las piernas. Al borde apenas puedo controlarme, pero resisto y más de una vez flaqueo nuevamente.
¿Qué pasó en realidad con Bruce? ¿O solo fue la imaginación de Linda sobre los miedos ajenos de su esposo? Yo retrocedí, no pude. No esta vez. ¿Quiero probar otra vez?
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jueves, 16 de mayo de 2019
Recuerdo de Beto (Mañana es mejor)
Parecía que hablaban de otra persona, mis compañeros de comunicación mencionaban sus rastas. No pasó mucho tiempo para que me detalle minuciosamente el proceso con orgullo. Me mostró una foto de ellas, una foto de las que se revelan y se guardan como tesoros, o se colocan en los bordes de los espejos o en carteleras llenas de memorias. Me habló de Los Brillantes. Cada uno con su propio resplandor, de los que no se espera nada más que problemas. El colegio puede sentenciarnos a eternidades de mala reputación. El brillo siempre estuvo ahí.
Suele ser curioso cómo conocemos a algunas personas. Mi
amiga lo había notado desde hace tiempo y hablaba de él como un tipo
alivianado. La veía en su Twingo, y a veces yo también estaba ahí, me hacía
escuchar The Libertines en casete en el equipo de su auto, no paraba con Don´t
Be Shy “For if you are shy for tomorrow you'll be shy for one thousand days” y
reflexionaba incansablemente sobre esta frase que le causaba valentías. Carl
Barat el aburrido, Pete Doherty el divertido. Julian Casablancas el tipo más
cool sobre la tierra. Boys Don´t Cry y casaca de cuero negra, jeans y camisetas
negras de alguna banda indie.
Vamos a fumar. Un tabaco tras otro. Pocas veces te escuchaba
sin interrumpir la conversación y cambiar el tema. Luego se disculpaba y
cuestionaba su falta de atención. Ese conflicto que varias veces enfrentó entre
el deporte o una hamburguesa de Burguer. KunFu vs Burguer King. Apareció como
modelo en las páginas de una revista de moda con muchas papas en la boca y en
su mano trozos de pollo. Una sonrisa que parecían dos. Risas que parecían dos,
siempre estuvo ahí el exceso. También toques de austeridad y sencillez, un
after que incluía la visita a “Molinos del Bacán” y te servía huevos revueltos.
Calentar el aceite en el sartén, colocar la sal y dejar que se funda, un
secreto del chef. Y sus reflexiones de la vida. ¿Qué es la felicidad? Luego me
dejaba en la casa a las cuatro cinco de la mañana.
Volvíamos, Molinos, auto, beber, dejar la puerta abierta y
oír música increíble. El Beto tosco y torpe me coge fuerte de la nuca y choca
nuestras frentes “Eres un buen pana”. Aun me duele. Maestro de ceremonia, la
fiesta nunca acababa. Siempre podía ser más tarde. Las chicas, los amigos. “Con
endoso no hay enojo”.
Me compartió su biblioteca musical, se quejaba de que salían
artículos sobre música que él recomendó y que se llevaban su crédito. Intentó
enseñarme a crear música en el Reason, me mostraba sus avances y creaciones,
los sonidos similares a las guitarras de los Strokes, en My Space el productor
de alguna banda indie famosa le dijo que por ahí está el camino en un
comentario. Estaba muy emocionado por eso. Hagamos una banda.
Si algo es misterioso son los extraños caminos que deja el
amor. Apasionado, y algo solitario transformaba el ambiente de mi proyecto de
radio online con sus invitadas. Gran parte del éxito fue su visión al estilo
John Casablancas. Un publicista nato. Sensible. Beto Casablancas. Una vez
fuimos una trinidad. Beto conocedor, Paolo las trivias, yo moderador. Salíamos
después del show en vivo del sábado para celebrar como rock stars. Falsa
modestia, nos encantaba. Ranchos, hamburguesa grasienta, coca cola, y
Zoociedad, a veces no. Tabaco siempre. Colegas. La trinidad.
Extraños caminos que deja el amor cuando ya no está. Beto On The Rocks, ya no había
hielo. Y cada vez se sentía más fuerte tomar un trago. Parecía que
hablaban de otra persona. Sensible, errático, inconstante, desconfiado, también
batalló contra su depresión. Ahora la música era demasiado fuerte, contenía los
mensajes erróneos, el cine era demasiado fuerte, pero sintonizaba con el
romance. Ya no importaba lo que le dijera, ahí dentro algo fue difícil de
arreglar. “Cause we don't need
reason and we don't need logic. We've got feeling and we're damn proud of it”
Destroyer,
Deerhunter, Cerati siempre Cerati, Soda Stereo, pongamos esto. En el
Welcome To The Machine fue el primero de nosotros en poner música en un evento,
bailamos tres, y nunca sonó mejor esa canción de Ray Charles “Mess Around”. La
música siempre estuvo como un elemento vital. Afuera de mi casa oímos
detenidamente “A Day in the Life” 2 minutos 16 segundos y se me perdió. Tabaco.
El Sargento de los corazones solitarios se fue a luchar su propia guerra.
Dios parecía el diablo, las preguntas ya no podían ser al
azar. Necesitaba las respuestas y nadie las tenía salvo él mismo. Las pastillas
sedantes, su refugio el hogar, cuando lo volví a ver parecía otra persona, pero
sabías que era él, porque nadie tenía esa ternura dentro, nadie se reía de esa
manera tan contagiosa, los comentarios toscos, tabaco, y coca cola.
La última vez nos vimos en un bar frente al río, celebraba
el cumpleaños de un amigo y tomaba una coca cola. Estaba más grande de lo que
recordaba. Me puteó porque no le contesté los mensajes, luego hablamos de la
radio, y que me canso de hablar tanto. No hablas tanto me dijo quejándose, que no
sea tan vago. Reímos un poco, y nos despedimos.
Un brillante se perdió en una vuelta involuntaria por el
universo.
sábado, 20 de abril de 2019
El Libertador y los Tayronas
Después de unos días en Bogotá me esperaba la ciudad que vio
morir a Bolívar y uno de los parques nacionales más hermosos de nuestro
continente, ni hablar de la gastritis.
Viajar barato en Colombia tiene un precio, debes hacerlo con tiempo, ligero y pagar cada ítem adicional. Llegué a Santa Marta con la aerolínea Viva
Colombia en la Hospedería Casa Familiar (https://www.facebook.com/casafamiliarSantaMarta/)
ubicada cerca del malecón y la plaza central. El taxista me preguntó nervioso
si esa era la dirección correcta. Parece que el sector no es el más seguro,
pero nada que no se pueda manejar con algo de cuidado y pocas cervezas.
El objetivo de llegar a Santa Marta fue logístico, me
preparé para ir al Parque Nacional Tayrona que se menciona en la canción de
Carlos Vives y Shakira “La Bicicleta” que yo no había notado sino mí querida
amiga Fabiola. Cuando Paula se enteró de mi viaje fue la primera en
recomendarme El Tayrona y con razón. Dos mil personas promedio visitan el
parque nacional portando las nacionalidades más diversas. Colombia es un
destino prioritario para el soltero que ama todas las posibilidades que un país
puede dar, su historial en el continente y el mundo han posicionado al país
cafetero como un destino de riesgo atractivo para muchos jóvenes que buscan pareja,
drogas y mucha fiesta. Colombia lucha contra este fuerte estereotipo turístico
sin mucho éxito.
La noche en Santa Marta me tenía sorpresas, una vida nocturna
activa y brutamente animada. Bares y salones con sillas en las calles llenas de
gente disfrutando de diversos grupos de baile que performan en busca de unas
monedas. El nivel de esos grupos es tan alto que cuesta ser muco* ante su
talento y vitalidad. Estuve en el Parque Santander o Parque de los Novios. Comí
en una de las calles cercanas en un restaurante algo alejado de la avalancha
fiestera, pero es casi imposible escapar de las procesiones de gente, niños
cantantes y dealers, más tarde me uní con un trago, pero mi gastritis reciente
me envió descompuesto de vuelta al hostal. Y es que casi toda la comida que vas
a encontrar en Colombia está frita, y la oferta vegetariana es difícil de
encontrar o es muy escasa. Manzanilla y el Enterogermina* que me dio mi anfitrión
me dejó listo y con algo de temor para ir al Tayrona.
No recuerdo el tiempo en el bus, fue como una hora, el
estómago revuelto y el olor a esmog que se metía por la ventana me sirvió de
contraste. Mi reserva mágicamente funcionó, apareció de la nada un señor en la
entrada del parque que me buscaba, vaya usted a saber cómo es que me
identificó. Entramos. La revisión de mochilas es aparentemente exhaustiva, no
se permiten muchas cosas, plásticos, speakers, alcohol, etc, la idea es dejar
fuera los contaminantes de todo tipo. Puede que los guardias estén con pereza,
puede que no. Suerte.
El sendero es de una hora más o menos para llegar a las
playas internas, el lugar es tan concurrido que las líneas de gente se parecen
a las líneas de hormigas que te encuentras por todo lado cargando trocitos de hojas verdes. Llegamos después de
pasar tres playas; Cañaveral, Arrecifes, y La Piscinita; el objetivo Cabo San
Juan, centro de operaciones con camping de varios tipos, carpa individual o
compartida, hamaca al aire libre, o cuarto individual o compartido. Por falta
de espacio no tuve opción, yo conseguí la carpa individual incómodo por la
temperatura que en septiembre suele estar desde 24 a 31 grados. Dormir es lo de
menos. ¿Te conté que no hay acceso a Internet o que no hay luz disponible toda
la noche? Existen unos casilleros en la zona del restaurante donde se puede
cargar los móviles, la comida ofertada no es típica colombiana y es más cara,
es el precio de comer en San Juan, pero si vuelves tus pasos a Arrecifes vas a
poder probar la verdadera comida local en un pequeño local que hay ahí, rodeado
de árboles, disfrutando la sombra y la vista, no se te ocurra olvidarte un
repelente. A eso yo le llamo un lujo de verdad, más barato, más rico.
Yo me quedé tres días, no es barato, pero tampoco caro. Más o menos debes pagar por día 17 dólares. Es más barato para los
locales. Dada las pocas facilidades tecnológicas disponibles, te toca conversar
con gente, sí. Chao celulares salvo para recolectar números y cuentas de
Instagram de tus nuevos amigos. Nunca fue más fácil conocer gente.
Aunque la gente si logra meter de contrabando sus cervezas y
alcohol, también lo logran con pequeños speakers para oír música. La noche es
espectacular, ya con un clima más amable es tentador adentrarse al mar y ver el
reflejo de las estrellas en el mar. Cada loco con su tema.
En el día estar en la arena de la playa puede ser molesto porque tiene millones de bichitos chiquitos que quieras o no te van a caminar encima,
lo mejor es llevar una toalla o manta para evitarlos.
Alguien mencionó la playa
nudista, la que visité mi último día. Aproveché para nadar desnudo en el mar
caribe más hermoso en el que he estado. Es una libertad sospecho muy apreciada
y muy desaprovechada. Al mismo tiempo sucedía el huracán Irma que causó lluvias
extremas en La Guajira. La sensación de flotar desnudo en el mar caribe a
sabiendas del Irma te da una sensación extraña, chispas de conciencia y otras no
tanto. Pero nunca tan mal como el eterno perdedor candidato a la presidencia
del Ecuador Álvaro Noboa quien “venció” al huracán.
En San Juan que es una playa doble tiene en el medio de estas dos playas una especie de manglar donde se puede encontrar un caimán enorme. Y no es broma, ni mito. Lo vi el último día y no es nada pequeño. Les diría que tengan cuidado, pero no hay ni una señal de advertencia, asumo que nunca sale de ahí. Yo si les advierto si se les ocurre explorar sus dominios por la noche ;).
Por último en San Juan no te olvides de probar los jugos de la seño que son increíbles o será la sed, el más popular es el de Lulo que en Ecuador se conoce a esa fruta como naranjilla, y sí se dice que es afrodisíaca por si se preguntaban por qué se acabó. Yo tuve que conformarme con uno de piña. Estamos llegando al final y así como ese día de septiembre del 2017 no quiero irme. Recuerda que el Tayrona es nevado, selva y playa al mismo tiempo un parque para visitarlo lo antes posible.
El sueño del Libertador terminó al norte de Colombia, los Tayrona vieron su fin con las enfermedades que trajeron los conquistadores. Ya es tiempo de aquello. Tu solo necesitas sueños de viajar y Detán. Recalco que este viaje es mejor si eres soltero. No digo más, me voy, pero volveré con más de Colombia aventuras en la ciudad amurallada y eje cafetero.
*Muco = Avaro
*Enterogermina: Medicamento para estimular la flora intestinal del estómago
La primera parte sobre Colombia la puede chequear acá https://eljovendario.blogspot.com/2017/11/vive-colombia-viaja-por-ella-parte-1.html
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