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viernes, 25 de septiembre de 2015

Sin razón y sin fuerza



Mirador Santa Lucía en Santiago de Chile / Foto: Darío Orellana








En Chile se desarrolla el 19 Festival Internacional de Documentales de Santiago (22-27). Hoy pude ver dos documentales del director Fernand Melgar de Suiza. El primero "Album de Famille", y el segundo "Classe d'accueil". Del primero se cuenta una historia de migración de una pareja chilena a Suiza, de por qué, cómo sucedió, qué pensaban y cómo les ha ido. Después de dormirme mas de la mitad de la película, quedé listo para la segunda que fue la mejor.

"Classe d'accueil" explora una escuela para niños extranjeros hijos de refugiados bosnios en su mayoría. Los niños son los protagonistas y se manifiestan muchas veces con una gran sabiduría sobre su situación. Como por ejemplo, los problemas del idioma, su confusión sobre sus padres en el exilio y la adaptación a una nueva sociedad que los adopta, pero que también los ve de lejos.

Los refugiados se sitúan en barrios específicos. Algunos suizos manifestaron su molestia por la nueva coyuntura del sector. Se sentían molestos por que ya no habían muchos suizos viviendo ahí con sus tradiciones y estilo de vida. Algunos niños suizos mencionaban que los niños extranjeros se comportan como lo hacen en sus países, y que se ven raros para ellos. Lo decían inocentemente, aunque es lógico que un extranjero se comporte como lo hacía en su país.

Mientras paseo por Santiago de Chile percibo algo parecido a eso. Compro un café y detectan mi lenguaje foráneo. Enseguida siento una mirada distinta. Aunque cuando la gente me ve piensa que soy chileno. Mi viaje por Santiago de Chile me ha reunido con algunos amigos de Ecuador que amablemente me han recibido o han querido reunirse conmigo. Y empieza la revelación. Me encontré con diálogos desesperados, como si nunca los hubieran escuchado antes, como si hubieran estado atrapados. La queja homogénea algo triste de lo hermético de la sociedad chilena.

Y es que sí. Es así. Y hay mucho por develar. La persona que me acogió en un inicio es una chilena honoraria. De origen canadiense que ya vive en Chile más de treinta años. Ella es una persona que ha contribuido mucho a la sociedad chilena y lo sigue haciendo. Mi introducción a Chile vino de ella. Abordamos temas de turismo, periodismo y estilo de una mejor vida. No pude caer en mejor lugar. Los temas principales fueron el Chile de la pasada democracia, el terrible paso de la dictadura que dejó marcas en muchos (incluso se dice  que algunos no se dan cuenta que las tienen), el Chile indiferente de hoy resultado de varios sucesos, la élite y su discurso. Los bandos políticos.

Mi experiencia empezó de una forma distinta a todo lo que se podría decir desde afuera de Chile. Me encontré con una ciudad hermosa, ordenada, limpia, con gente hermosa, y claro el neo liberalismo en forma del edificio más alto de Sudamérica, el Costanera, que se interpone en mis intentos de fotografiar Santiago con un fondo montañoso. Sin mencionar las franquicias más conocidas del planeta en cada esquina. Sucumbí a la del café.

En Ecuador tampoco somos santos, en Cochabamba escuché de un chileno decir que no les tratan tan bien en mi país. Es verdad, lo he hecho, lo he visto. En mi ciudad, Cuenca, también hay ciudadanos de Irán, China, Perú, Colombia, España, Cuba, Pakistán, India, Argentina, Francia, etc. Algunos se insertan mejor que otros en nuestra sociedad. Pero no es un tema que se discuta en las reuniones con los amigos. Incluso oí que en las escuelas y colegios solo se agrupan entre ellos. Mostramos nuestro hermetismo con éxito, aunque no es lo mismo con norteamericanos o europeos a quienes acogemos con una facilidad de trato que podría envidiar incluso la propia familia.

Aquí entran temas de raza, imagen de los países, economía, lenguaje, estereotipos, xenofobia. Cuantas veces nos llenamos de discursos vacíos sobre tolerancia, igualdad, el bien común, cuando cada vez es más frecuente escuchar que nos invadieron los gringos veteranos y que se ha encarecido la vida en Cuenca. Pero nos tomamos un trago en el Mayu y brindamos con ellos mientras hablamos de alguna visita a su país, o sobre la ley de herencias.

Nos parecemos en muchas cosas discutibles, eso ya nos unifica, ya empezamos por algo.

Uno de los niños del documental mencionó que extraña Bosnia, pero que cuando regresa siente que quiere volver a Suiza, y que cuando está en Suiza quiere volver a Bosnia. No sabe por qué. ¿Inconformidad? ¿Capricho? ¿O es que entiende de alguna forma que hay algo irremplazable en cada uno de esos sitios? Ese sentimiento confuso es la clave. Veía alguna película sobre el tipo que desespera y que hace un viaje. El cliché de hoy. Decía que todos buscan la felicidad, y que se olvidan de la felicidad de la búsqueda. Porque quizás no hay respuesta, Pico Iyer dice algo así: "Muchos viajamos para encontrar respuestas, pero yo viajo para encontrar mejores preguntas"


Museo Bellas Artes Santiago de Chile / Foto: Darío Orellana


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Idea suelta:

 Algo así se menciona en el documental: El amor puede cambiar el mundo, así como la guerra.

Historia suelta:

"Un antropólogo hizo una broma con niños de una tribu africana. El puso un saco lleno de frutas junto a un árbol y dijo a los niños que el primero que llegara ante el árbol ganaría todas las frutas.

Dada la señal, todos los niños salieron al mismo tiempo y cogidos de la mano. Entonces se sentaron juntos para aprovechar la recompensa.

Cuando el antropólogo preguntó por qué habían actuado de esa manera, sabiendo que uno entre ellos podría haber tenido todos los frutos para sí, ellos respondieron: Ubuntu, ¿Cómo uno de nosotros puede ser feliz si todos los demás están tristes?"

Ubuntu en la cultura Xhosa significa: "Yo soy porque nosotros somos".

domingo, 20 de septiembre de 2015

A lado del camino /Lima


Pedestal estilo gato en el Parque Kennedy
Con Don Carlos, futuro abogado de la nación peruana. Gracias amigo.





Picarones = Buñuelos con miel



Encuentra al gato / jardín Parque Kennedy


Recién llegado de Huaraz empecé mi caminata por la Av Jose Larco en dirección al malecón, imposible no sorprenderse con el Parque Central de Miraflores (Parque de los gatos, mejor conocido como Kennedy), está repleto de gatos. Me contaron que ya los habían exterminado hace unos años, pero volvieron. Ahora la gente los alimenta e incluso si van de viaje los dejan ahí para recogerlos después. Esto último no se qué tan verídico puede ser. Mucha gente está agachada mirando sus celulares, el parque provee wifi gratis, incluso alguna operadora de internet habilita wifi para casi toda la Av Larco. ¿Eres un junkie del internet? Sin duda esta es tu calle.

Si en algún momento sientes hambre, hay un restaurante a cada paso, ¿buscas el mejor? Usa el internet de la larco y revisa Tripadvisor. Eso suena a rap. Lima tiene uno de los mejores restaurantes del mundo: Astrid&Gastón en San Isidro. ¿Pero de qué hablo? Yo comí un chaulafán, y fue terrible. Ni siquiera me acuerdo del nombre del lugar.

Mi caminata termina en el malecón en el centro comercial Larcomar... si te gusta lo moderno. La vista de Playa Redondo está muy bien, el lugar es muy concurrido por todo tipo de público. Ahí conocí a Carlos. Un estudiante de derecho en una de las universidades más prestigiosas de la ciudad. (No recuerdo el nombre porque escribo esto después de casi dos meses desde que le conocí, no lo hagan en sus hogares.)

Carlos viste una camiseta, gorra y usa su bicicleta para hacer dirt. Es un biker en su tiempo libre. No fuma. Amablemente responde mis dudas sobre Perú. Le cuento de donde vengo y hacia donde voy. Y me revela que las banderas de Perú que me encontré desde el norte hasta Lima, que se encuentran por todo el país, no son un signo de patriotismo devoto, sino que por ley hay que usarlas para sus fiestas patrias, caso contrario reciben una multa. Tuve la impresión de que la gente se sentía orgullosa de su país. Y creo que sí, pero al parecer le pasa lo mismo que ha Ecuador. No es hace mucho que sentimos ese orgullo patrio. Pero ese es otro tema.

Me contó de la sociedad peruana, de esa idea de sentirse mejor al decir que eres limeño. De la buena gastronomía, de Barranco (el barrio hipster con galerías, bares y discotecas). Que Miraflores es muy seguro para los extranjeros, y la info sobre el parque de los gatos. Le tomé una foto y se quejó porque decía que no era su mejor look.

Más tarde iba a tener otro guía en Barranco, mi amigo Alex, bien relacionado con el mundo de la moda y la bohemia peruana; y claro no faltó la fiesta y la divertida visita a mi amiga Guila. Ya hablaremos de eso la próxima. ¿Ya probaron el famoso cebiche pearuano y el pisco? ¿Qué esperan?

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*A lado del camino / Secciones pequeñas con historias y protagonistas principales.







martes, 15 de septiembre de 2015

A lado del camino /Huaraz



 


 


Como dicen por ahí, una cosa lleva a la otra. Cuando subí a la laguna Churup la pasé algo mal por salir perfectamente mal preparado. Y en algún punto miraba visiones, con las que conversaba mas tarde en la *combi, mientras me ahogaba con el polvo del camino de regreso a Huaraz. Las visiones. Tres exploradoras con las que hubo un click inmediato.

¿Facebook? Acá está. Cervezas en la Plaza del Periodista (toma nota). Y en realidad no vimos los mensajes y nos encontramos igual. No es que Huaraz sea el maldito New York.
Conversación. Mi amigo se fue a Ecuador. Yo "tuve" que seguir. ¿Quién dijo Pisco Sour?

Restaurante francés. Piscos por doquier. Me da de comer en la boca. Desahogo emocional. ¡Salud!. Vámonos de aquí. Fiesta. Acceso vip. Cinco minutos. Todos tenemos pareja y hacemos lo que mejor hace un bebedor moderado. Rodar. Pero con estilo. Los mejores bailarines y ganamos el premio. Y como todo lo bueno se va.

Desayuno. **Chaqui. Nos encontramos "casualmente" y a escalar. Alquilar equipo de dudosa calidad para subir el nivel de adrenalina. Clases de español. Sobrevivimos la escalada. Fantástica y gran equipo con potencial de prodigios. ***Pulenta dirían los sabios locales.

Cerveza de despedida. La novela: ****"Siento fuego en mi cuerpo y luego podemos comer pollo". Intercambio musical. Y créditos del final con cariño, y me falta una, pero no olvidada.
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*Buseta, bus pequeño. Así se dice en Perú.
**Chuchaqui, resaca.
***Similar a chévere, genial. Lo dice la gente mayor en Huaraz. Slang de dudosa procedencia.
****Las novelas mexicanas marcan hitos en frases en español para principiantes.

 
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