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martes, 8 de abril de 2008

Stella - Edit mode

Estoy escribiendo este guión para un corto. Recibí sus sugerencias y críticas del final. Muchas Gracias por las colaboraciones, proximamente incluiré textos de la primera escena del corto & por fin, la foto espectacular. Gracias a Toa y Paolo por su colaboración. Si miran un poco con mis ojos se van a enamorar...




(Modelo: Toa Tripaldi/Foto: Paolo Ochoa)

El guión

Un joven de 13 años, estudiante de primero de secundaria, interesado en las actividades que realizan los adultos. Un día, en una fiesta familiar descubre maravillado la belleza del humo de un tabaco que estaba siendo fumado por una bella desconocida. Desde este momento Leonardo Veji, el joven, se obsesiona con la belleza que descubrió y tratará de mostrarlo a los demás. Felipe, su primo de la misma edad, trata de ayudarlo pero no le comprende. Al ser un estudiante de primero de secundaria que “fuma” clandestinamente en los recreos tiene varias represalias de los profesores y directores del Colegio al que pertenece. Por su afición al tabaco es expulsado en cada colegio al que va. Sus maestros tratan de convencerlo de lo malo que es fumar y de la influencia negativa que incita en sus compañeros de la misma edad. Sus padres tratan también pero les es imposible detenerlo. Leonardo lo hace clandestinamente. Veji lo único que busca en verdad es la personificación de la belleza, su obsesión, aquella desconocida que le mostró de manera inconsciente la belleza de aquel humo. Emprenden su búsqueda con Felipe.

En el camino se encuentran con Guillermo, un trovador con complejos de héroe que viaja por el mundo, él decide acompañarlos en su búsqueda. Guillermo resulta acuchillado defendiendo a Leo y Felipe en una pelea con unos ladrones.*

En el camino Felipe resulta acuchillado por un ladrón.**

En el hospital, Veji, se encuentra coincidencialmente con la dama misteriosa. Ella tiene una enfermedad Terminal. Ella le pide un tabaco, Leonardo se lo da y le pregunta su nombre. La dama exhalando un débil humo le dice suavemente, me llamo Stella. Una enfermera aparece de repente y la dama empieza a toser descontroladamente. La llevan a emergencias casi como secuestrándola de Leonardo. Las mujeres de blanco se la llevan aprisa y Veji solo pude ver cómo se la roban de su lado. El tabaco está en el suelo y todo termina con una última estela de humo de ese cigarrillo.

*Texto modificado
**Texto probable

domingo, 6 de abril de 2008

Metí las patas con la verdad



(Ilustración: Darío Orellana)

Hace unos minutos mis oídos escucharon la dramática historia de la vida real de un amigo. Simplemente no puedo creer que la gente que consideramos nuestros amigos desaparezca cuando estamos en los peores momentos de nuestras vidas. Y es que la historia que me contó mi amigo es una calamidad, ni siquiera puedo ponerme en los zapatos de él porque no me imagino tener el tipo de problemas que tuvo. ¿Quieren saber la historia? ¿Para qué? Mejor les resumo. Mi amigo tuvo algunos problemas monetarios y sus amigos desaparecieron como por arte de magia. Descubrió tristemente que no tenía amigos.

A mí también me suceden calamidades no tan grandes pero importantes para mí. Un Sr. me dijo una vez:

Sr: "Darío, los amigos no necesitan tu honestidad"

Esto me causó un conflicto inmediato. Mi manera de pensar era todo lo contrario. A mis amigos les voy a decir la verdad porque son mis amigos. Eso es lo que pensaba yo. Y he tenido tantos problemas por eso y continuando aquel diálogo con el sr. yo le contesté:

Darío: "¿Pero no sería al revés? Justamente porque son mis amigos y quiero su bien debo decir la verdad, debo decir lo que pienso"

El Sr. me contestó:

Sr: "Disculpame Darío en qué mundo vives, en todo caso chévere que seas así"

Eso me dijo el Sr. aquel y luego me di cuenta de que el Sr. aquel no tenía amigos. Nunca le pude hacer caso de aquellos consejos que me dio. Solo pude sacar como conclusión que las relaciones humanas son complejas y no porque sean así se las debe evitar. A mis amigos les doy lo mejor de mí, aunque aveces no tenga eso de vuelta. Algunas personas parece que estamos lo bastante locas como para escuchar los problemas de los demás sin juzgar. En mi opinión creo que un amigo es primo hermano de la verdad. Si no algo anda mal conmigo.
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