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miércoles, 22 de noviembre de 2017
Cerro Amarillo & Pampeadora
Esta es la historia de aquel que nunca sale en las fotos. No es el chupacabras, es el Daniel. El fin de semana pasado nos embarcamos en un viaje fotográfico más allá del Parque Nacional El Cajas en la provincia del Azuay. El equipo estuvo conformado por un cartógrafo: Felipe (desde España), un sociólogo, abogado: Daniel, y un comunicador y publicista: osea yo. Todos fotógrafos, algunos más que otros. Yo sigo llevando el bidón de agua por si alguien se pregunta sobre mis dotes fotográficos.
En fin, esto de capturar las estrellas es todo un arte que Daniel lo tiene casi dominado, Felipe le sigue el paso con su cámara análoga y habla puras hostias sobre una exposición. Yo me congelo, me olvidé el sleeping, una capa interna para mi pantalón, una casaca adicional y el bloqueador solar. Nobody says it was eeeeaaaasyyyyy. Estas son fotos tipo backstage si eso es posible en estos tipos de viajes outdoors. Relájense y disfruten.
domingo, 12 de noviembre de 2017
Vive Colombia, Viaja por ella (Parte 1)
Muchos son los estereotipos que tenemos sobre nuestros
países vecinos. Incluso llegan a niveles de intolerancia xenófoba. Pero estos
impulsos sin fundamento casi instantáneos se pierden cuando reconocemos sus
cualidades, muchas de ellas las hemos podido disfrutar; como las letras de
Gabo, la música de Joe Arroyo, el escorpión de Higuita, la belleza de sus
mujeres, el café.
Cuando veo noticias del país cafetero en la televisión me
resulta lejano, como si estuvieran en otro continente, como si no hubiéramos compartido
nunca un pasado juntos. Saco un mapa y me sorprende lo cerca que está. ¿Por qué
no se me ocurrió visitarlo antes? Acompáñenme, vamos a hacernos una idea más
cercana de nuestros vecinos del norte.
Empezamos bien con un vuelo directo a Bogotá desde Quito.
200 dólares más o menos en la aerolínea Wingo, cualquier preferencia (como
escoger tu asiento, o llevar una maleta grande) te va a costar extra. Lee las
letras pequeñas, prepara con anticipación y no seas tacaño.
Los temas más recientes sobre Colombia son sobre la paz con
la guerrilla. El Presidente Santos ganó el Premio Nobel de la Paz por estos
esfuerzos. En contraste ganó el “no” en el “plebiscito por la paz”, una
votación que registró un ausentismo mayor al 60%. Las votaciones en Colombia
son voluntarias. Aun así la diferencia de votos positivos y negativos fue
reducida. El “no” estaba respaldado por el ex presidente Álvaro Uribe.
Muchos dicen que la guerrilla ha sido siempre la excusa de
todos los problemas colombianos, pero que el verdadero problema es la
corrupción que se oculta en esa densa selva política. Se dice que los
colombianos están divorciados de la clase política.
(A este señor le puedes pagar por la explicación completa de la historia de la plaza)
El sol del mediodía en la capital se siente fuerte, y más cuando caminas por la Plaza de Bolívar. No tiene ningún tipo de árbol o planta decorativa. El mismo Libertador sufre los embates del sol en el medio de una plaza de color beige rodeado de un infinito número de palomas que no se cansan de comer el maíz que los turistas y locales les tiran. Los policías llevan Rottweilers con bozales para nuestra protección. La seguridad se intensifica al pasar por la residencia del presidente (donde no vive), el Palacio de Nariño, nadie pasa sin que un policía revise tu bolso o mochila. No debes caminar por la vereda del palacio. Cualquier cosa la calle o al frente. Estas medidas no son arbitrarias, basta recordar el “Bogotazo” o la toma del palacio de justicia años atrás. Años decisivos para el futuro de Colombia.
Sentado en las gradas del Capitolio Nacional aprovecho la
sombra para descansar un poco. Los vendedores te hacen sentir como un rey, las
opciones compiten entre helados y hormiga culona. Esta última es conocida por
su alta cantidad de proteína y afrodisiaco, incluso se regala en bodas. Debí
comprar la hormiga.
El transporte público en Bogotá está liderado por el
Transmilenio, el metro, y los buses. Todos integrados. Ahora, subir al
Transmilenio y entender sus rutas y salidas y conexiones es toda una aventura.
Como el tiempo es oro no dudes en preguntar a los encargados qué ruta tomar a
tu destino, ellos lo saben todo, y encima están de buen humor.
Me fui al Parque de la 93, en la zona de Chapinero al norte,
me reencontré con Karen, a quién conocí en Santiago de Chile en 2015; junto a
León, su novio, comimos un “calentado” en un restaurante, se supone que son
sobras de comida, se sirve como un plato a la carta de muchas maneras, puede
llevar complementos, es muy colombiano. Cuando viajas tienes la opción turista,
o la opción de sentirte como un local.
Más tarde recorrimos la Zona T, la zona rosa de Bogotá, repleta
de bares y restaurantes. Nos metimos a un bar para beber unas cervezas
artesanales. Previamente hicimos una parada en la cervecería “más chica” de la
capital: BBC (Bogotá Beer Company); básicamente crearon una cerveza que se sienta muy bogotana, sus tipos
de cerveza llevan nombres de los barrios de Bogotá como: Monserrate,
Candelaria, Chapinero, etc… Está buena.
La noche en “La Candelaria” (centro de Bogotá) es peligroso
y hay que ir con cuidado. Por el día queda cerca El Museo del Oro donde puedes encontrar
una pieza de oro maravillosa no solo por su historia, sino también por su
construcción: la Balsa Muisca. No muy lejos está El Parque de los Periodistas
donde buscaba el Free Walking Tour Bogotá y casualmente me tropecé con el
Bogotá Graffiti Tour que recorre el barrio de La Candelaria en base a los
graffitis que varios Street Artist locales e internacionales han dejado en las
paredes de la ciudad. Esta es una gran opción para conocer más a fondo la
coyuntura artística, política y social de Colombia. Carlos, nuestro guía,
explicaba con lujo de detalle los hechos que provocaron las expresiones
protesta de esos graffitis. Para los curiosos estos son algunos nombres que
integran la lista de artistas que dejaron una marca en Bogotá (algunos siguen
hasta hoy): Guerrero, Hox, DjLu, Animal Power Crew (APC), Lesivo, Rodez, Hell
Saint Cat, Kiptoe, etc…
En este mismo tour visitamos la Plazoleta del Chorro de
Quevedo, donde se cree se fundó Bogotá, al que se accede por un callejón (Calle
del Embudo) que está cerca del Hostal Fátima donde estuve y que recomiendo si
lo que buscas es un hospedaje mochilero fiestero, barato, y de calidad. Si tienes suerte trata de conversar
con Roberto en el bar, sabe mucho sobre la historia y cultura colombiana. Como iba
diciendo… La plazoleta es perfecta para relajarse, ver cómo cae la tarde
tomando un vino acompañado por la música que los viajeros ofrecen con toda la
buena vibra. De vez en cuando la policía pide papeles a la gente de la plaza, como
para no olvidarnos de estar tensos.
Carlos nuestro guía del graffiti nos recomienda visitar el
mirador del Santuario de Monserrate. En camino puedes visitar la Casa Museo
Quinta de Bolívar. Vale la pena saber cómo vivía el Libertador junto a la
temperamental Manuela Sáenz (la vasenilla viene incluida). Después puedes subir
las gradas para el mirador, o si no quieres sudar la gota gorda, hay un
funicular, pero debes hacer una fila enorme y no tienes cara de tener paciencia
¿o sí? No subas en la noche parcerito.
(Vista del Santuario de Monserrate )
(Vista del Santuario de Monserrate )
El tour graffiti termina recordando a Diego Felipe Becerra,
un joven de 16 años que fue asesinado por un elemento policial con un disparo
en la espalda mientras grafiteaba una pared. La comunidad grafitera se encargó
de que no se olvidaran de su nombre “Tripido”.
(Esta infografía fue tomada del portal web de la revista
Semana de Colombia que fue publicada el 11 de noviembre de 2017 en este enlace:
http://www.semana.com/on-line/multimedia/infografia-los-casos-mas-controvertidos-y-mediaticos-de-colombia/517202)
Bogotá tiene una oferta cultural diversa y muy importante
como el caso del Museo Botero que además del anfitrión, se incluye una muestra
adicional de los artistas más importantes del mundo: Chagall, Giacometti,
Picasso, etc… Se siente como si hubiera descubierto un tesoro escondido.
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viernes, 13 de octubre de 2017
Lo mejor del 2016 Ecuador
Es importante entender que este momento es único en la
música ecuatoriana. La propaganda del gobierno prendió el patriotismo colectivo
como pocas veces se ha visto, la aparición de leyes que promueven la difusión
de música nacional fue muy importante, pero ante todo, las bandas se las han
ingeniado para prevalecer y sobrevivir (como siempre) en medio de una audiencia
poco interesada e ingrata. Aun así, hoy se escucha más música de la nuestra,
que en realidad está lejos de ser nuestra nuestra. Aceptémoslo somos demasiado
snobs.
Así con ese panorama, la mejor apuesta que los músicos
locales pudieron hacer es dejar de lado el protagonismo de la guitarra para dar
paso a otros instrumentos, y otras sonoridades, a veces más simples. Dejaron de
lado las composiciones y letras complejas, se dedicaron a cantar sobre sexo y
banalidad olvidando toda coyuntura política y social. Aunque algunos surgieron
con mensajes revolucionarios sin darse cuenta, me refiero a los sonidos que
homenajean a nuestros ancestros, y en algunos casos hasta renuevan nuestras
raíces.
Sin más preámbulo ¿Qué fue lo mejor del 2016?
Uno de los más destacados es el quiteño Daniel Lofreda más
conocido como Quixosis que lanzó el álbum De
Fiúcher en el que hace realidad un nuevo mestizaje de tecnologías. Un
sonido creado sin computador, pero con muchas máquinas. Si el “Andes Step” tuvo
un origen, yo le apuesto a Quixosis. Escucha “Igual a equis” y “Desenfoque: No
Demise(live)”. Lanzó además un tema para el colectivo argentino Canal Dub que
tiene el recopilatorio World Riddims,
en el volumen 2 incluye “Gnossienne #1 /Satie & Dali (singol)”, una re
versión fantástica de la obra del alemán Erik Satie.
En el país no se escucha frecuentemente la creación de
géneros musicales nuevos, o serios. El “Andes Step” es el más nuevo. Gracias a
Daniel López podríamos estar hablando del género “Reggaetón Abstracto”. López
cruza las líneas de la experimentación electrónica con el tema “Temple”.
Todavía hay demasiados prejuicios con ese género, pero quién sabe qué pase en
el futuro, la cumbia en Argentina se impregnó de un nuevo prestigio después de
que aparecieran fusiones electrónicas como por ejemplo con Pedro Canale de
Chancha Vía Circuito.
Lascivio Bohemia es todo experimento con su Afro Andes EP. Como ya dedujeron, es una
mezcla con base en la música electrónica y los cantos tradicionales afro
ecuatorianos de la zona de Esmeraldas. Se puede disfrutar del particular sonido
de la marimba y el cununo, toda una experiencia con “Caderona” o “Congo”.
La banda guayaquileña que no le teme a la experimentación,
esa es Morfeo, su álbum RA los muestra
oscuros y viscerales, con letras en su mayoría sobre amor, desamor, rupturas;
que son algunos de los elementos que conforman este trabajo. Un sonido bien
logrado protagonizado por muchos sintetizadores, composiciones complejas,
saturadas, y equilibradas por la voz de Carlos Bohórquez. Hazte una idea con
“Más”, y “Perdidos en la Noche”. No olvides escuchar “Psicópata” el nuevo tema
de Mamá Soy Demente, banda liderada también por Bohórquez.
Conde Data es el hijo de las bandas: Mamá Soy Demente,
Morfeo y Macho Muchacho. Lanzó los temas “Kuatro”y “Quasar” en los que continúan
su estilo electrónico con sobredosis de samplers y sintetizadores, sorprende
con la riqueza del manejo de la voz, sin duda la mejor del espectro alternativo
del ecuador.
Un gran futuro le espera a Xavier Peñaherrera, a quien
conocí en la boda de una amiga querida. El es dj y productor que bajo el
seudónimo Xavier Pla nos trajo “Snitch” un gran tema que por alguna razón me
suena muy bien para esta época navideña, lleva sonidos electro bossa nova con
detalles muy estilizados y cuidados. Experiencia chill out indiscutible.
El rock ha sido una gran influencia para los músicos
ecuatorianos, y ha sido difícil salir de esa fórmula por muchos años. En los
noventa destacaban Sobrepeso y Sal & Mileto en las radios. Hoy podemos disfrutar
de música inspirada en géneros como el Surf Rock o el Post Punk. Es el caso de
Boards, banda guayaquileña liderada por Roberto Chalela, y que nos regaló por
navidad “Burning” un tema ligero y melodioso que hace honores a los ochenta. En
la misma categoría encontramos a los cuencanos Molicie con “Soleado”. Ernesto
Aguilar nos muestra la mejor versión de su voz acompañada de guitarras sin
distorsiones exageradas y toques simples, una canción para el verano que no
tenemos.
Si de álbumes indispensables hablamos Los Días Invisibles de El Extraño integra fácilmente esta lista. El
single “Las Chicas Van en Auto” detalla muy bien su sonido indie rock, aunque
no deja las suaves melodías presentes en “Batallas” o “Remolinos”. Este material
tiene cojones, así como Rastros de
Los Vuelos de Mariangula. Un álbum que no tiene miedo de mezclar shoegaze,
grunge y rock. Lanzaron “Celuloide” como su corte comercial, que contrasta con
canciones como “Tetetes”, o “Tanteando(Braazil)”. Sonidos más fuertes que cogen
el estómago.
Volvemos a la costa ecuatoriana con El General Villamil y su
Jalea un álbum muy divertido de
escuchar. Con estilo surf rock y algo de psicodelia, escucha; “Madrigal
Olonsero”, “Chicha Serf”, o su canción insignia “Es El Amor”. Vale la pena
escucharlos en vivo. Así como la banda de Pedro Bonfim, Lolabúm, que metió a la
gente al escenario de la glorieta del Parque Calderón en Cuenca para cantar
juntos, emocionados y algo cabreados (fallas de sonido) su disco debut que
tiene de todo; punk, rock, y la mejor “balada” quinceañera del año, sí,
“Ventanas”. Incluye en tu playlist *“Ciempiés”, y “De Fondo”.
Estos son tiempos de tiranía, y para eso necesitamos un
representante digno. ¿Vladímir? No. Me refiero al proyecto solista de José
Orellana, líder de Jodamassa. La Madre Tirana tiene un lado más sensible y
personal que percibimos previamente en el Esteban
Albino(con Jodamassa) . La
tiranía suena a redención y revelación, transparente con influencias como
Charly García y Spineta. Orellana compuso todo el sonido. En el escenario se
despoja de su protectora guitarra para enfocarse en la voz. “Alferecía (Rock N
Roll)”, “El Cuadro”, “La Mañana Negra” canciones básicas para un álbum homónimo
diverso y lleno de sorpresas, así como el 2016.
Da Pawn, la banda de Mauro Samaniego nos regaló un disco
maravilloso Verano en Coma. Apoyado
en un crowdfunding local, este nuevo material es melodías bien logradas por
todo lado, la voz de Samaniego suena mejor que nunca, se nota el compromiso de
la banda por lograr un sonido superior y sólido, logros que solo con el tiempo
se consiguen. El tiempo es el tema central de las letras, demasiado evidente en
“Años”, “Temblores”, “Ballenas de Ruido”. Sí, suenan a Strokes
intencionalmente. Llegan a su mejor momento en “Ballenas de Ruido”. Si aún no
los ven en vivo, inclúyanlo en la lista de metas del nuevo año, ahí junto a
bajar de peso y dejar de fumar.
Y para tomar en cuenta. Ricardo Pita con su Viento Eterno. Swing Original Monks con
“Amor Inalámbrico”. Elia con “Libertad, Cultura, Fe”. El Porno EP de la banda Porno. El álbum Blasfemia de Guanaco, el EP de André Farra Nightime, Red Rooms de
Sexores, y “Asyntota” de HIATO.
Se acaba el 2016. He disfrutado
mucho de estas increíbles bandas ecuatorianas que espero regresen con más
música. Hay que mencionar la importancia de los espacios culturales que hacen
posible la difusión de todo esto, en particular a República Sur. Ya nos veremos
en el 2017, ojalá no perdamos la viada.
*Tonicamo hace una versión muy buena de “Ciempiés”
**Texto publicado en la gaceta cultural de República Sur del mes de enero del 2017
-Darío Orellana es “El Interruptor” programa de radio
alternativo que se transmite de lunes a viernes en 102.1 FM
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martes, 22 de agosto de 2017
Cerro Fasayñan
Menos palabras más acción
Descendiendo el Cerro Fasayñán
Prisca llegando a la primera cumbre
El Suco antes de llegar a la primera cumbre
Nuestro guía Pancho Jack motivando
Laguna del cráter del volcán extinto en en Cerro Fasayñan
viernes, 28 de abril de 2017
Un Gato Vegetariano
Ilustración: Isabel Mardonez Instagram: devilcrayon |
El gastroenterólogo desde un inicio trató de impresionarme con su pantalla táctil. Tecleaba mi nombre con sus dedos índices. De la misma forma ingresó el diagnóstico en mi ficha médica. No sé si intentaba hacer tiempo o en verdad falló la clase de mecanografía de primero de básica. El hombre corpulento y vozalón emitió por fin el veredicto. Gastritis crónica. Así empieza una historia de terror llena de drogas, sobriedad, celibato y vegetarianismo.
“Old Habits Die Hard”
canta Mick Jagger para la banda sonora de Alfie, una película sobre un
borracho, galán, mujeriego con buen gusto. Nada que ver conmigo. “Find what you
love and let it kill you” decía otro borracho nada galán, más bien desagradable,
pero adorable Charles Bukowski. Sabias palabras que me guiaron a este extraño
camino de redención involuntaria.
La gastritis crónica puede devenir en úlcera y en casos graves
podría llegar a cáncer. Robin Warren y Barry J. Marshall identificaron en 1982
la "helicopbacter pylori" una bacteria que puede vivir en el entorno
ácido del estómago y que es causa de gastritis, o úlceras. Ese descubrimiento
les significó un Premio Nobel de Medicina. Yo no tengo este huésped gracias a
Ford, aunque después del diagnóstico me prohibieron beber alcohol, cafeína,
fumar, comidas grasas, entre otras delicias de un mundo feliz. No podía caer en
peor momento, se venía Navidad, Fin de Año, mi cumpleaños, y Carnaval. La
Isabel me dijo que este será un muy buen año para mí por todos los sacrificios
que he hecho. Ok. ¿A qué hora empieza lo bueno? Cuando escribí más arriba sobre
drogas me refería a las que el médico prescribe, no esas que te pegas todos los
fines de semana en Girón.
Anthony
Bourdain describió a los veganos como “…as enemies of everything that´s good
and decent in the human spirit.” No necesito llegar a ese extremo, ya es
demasiado renunciar a mis grandes amores, específicamente mi reciente affair de
siete años con el gin, mi eterno apego al café/capuccino, y mi adicción a la
carne, pan y arroz de este mundo.
¿Cómo sabes que los viejos son viejos? Porque hablan de
crimen y enfermedades todo el día. Desde este pasado noviembre me encuentro
balbuceando de un solo tema en todas las reuniones sociales: Gastritis y cómo
curarla. El detonante obvio de todo esto es producto de una cortesía. Dicen que
estamos en crisis, pero a mí nunca me dejan de ofrecer trago. Cuando me niego a
los placeres del alcohol todo es malas caras, reacciones de pena, y curiosas
recetas milagrosas bajadas de alguna iluminación celestial, el “diablo” del
Omezol, o una Tripa Mishqui. Las noches nunca fueron tan aburridas y bien
intencionadas.
El otro día visitaba por el cumpleaños de una amiga el Zoociedad.
Un antro en donde las clases sociales se pierden en un fraterno y denso olor a
comunidad, con un playlist que no ha cambiado desde que tengo dieciocho años.
Seguro bailaron la Pantera Rosa versión salsa, y sus impulsos más hippies
aparecieron al son de Bob Marley, o Mano Negra. Un sobrio en Zoociedad es como
un hípster al reguetón. ¡Sáquese! Mis visitas al “bajo” mundo no han sido iguales
desde hace meses. ¿No queda más que embriagarse de felicidad? ¿Y si me
acostumbro a esto? No.
¿Y el sexo? El sexo llegó a un nivel extremo alarmante. Cero
por ciento. Nadie la invitaría a una noche loca de infusiones. A menos que seas
su mejor "amiga" y le hagas a la pijamada. Si el objetivo es coquetear
no tienes futuro. “Nadie empezó una aventura bebiendo un vaso de agua” me dijo
Érica ebria afuera de un bar del centro. Maldita degenerada. Llámame.
La aventura más grande a la que he estado dedicado
últimamente, a falta de otras mejores, es la comida saludable. No significa que
este blog vaya a incluir recetas, o que cambie de categoría a gastronomía, no.
Ahora me la paso preparando quinua, avena, desayunos con fruta y más avena,
festivales de infusión con miel. Me disfracé de vegetariano, para descubrir que
cuando vas a un concierto no tienes opciones saludables, te encuentras con un montón de embutidos,
gaseosas, dulces, pan blanco. ¿Les parece exagerado? Es vital tener opciones
saludables en eventos que congregan mucha gente. Somos lo que comemos, por eso
tienes forma de hamburguesa, y hueles como una.
Igual extraño la carne, el café, el gin, el tabaco. No voy a
dejar de ser carnívoro, por ahora el experimento saludable va por buen camino. Bienvenida
esta temporada estilo purgatorio por todos los crímenes que cometí en contra de
mi humanidad. Por ignorancia, a veces sabiendo. “Old Habits Die Hard”. Le dije
al Topher que esto me pasó por “la mala vida”, él me respondió que más bien fue
“la buena vida”. A la que espero volver después de redimirme.
Hoy tuve cita con el vozalón del gastroenterólogo, perdió de
nuevo mi ficha médica en su computadora de pantalla táctil. Aun me quedan unos
meses de tratamiento. ¿Qué podría malir sal?
P.D: Deje su cura para la gastritis en un comentario.
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martes, 18 de abril de 2017
Una calle de personajes, herederos y soldados
Un ejercicio asignado por el entonces profesor de redacción. La tarea: investigar la calle Benigno Malo, entre Gran Colombia y Simón Bolívar.
***
El Dr. Benigno Malo me recibió en su casa ubicada en la
calle que lleva su nombre, o mejor dicho, el nombre de su ancestro, Benigno
Malo Valdivieso. Su casa es de origen colonial, y fue construida por Benigno
Malo Tamariz, es una obra de adobe y bahareque, de gran tamaño que siempre ha
estado en poder de la familia Malo. En los tiempos de fundación, ese sector
estaba destinado para vivienda de un español llamado Gonzalo de las Peñas,
quien fue el primer Alcalde de Cuenca.
La calle Benigno Malo se llamaba calle del Toril que
recuerda el lugar en el que se guardaban los toros de Lidia. Después se llamó
Boyacá, lugar histórico en el que Simón Bolívar derrotó a los ejércitos realistas. En 1930 se le llama Benigno Malo Valdivieso, en honor al ilustre cuencano,
legislador, y primer rector de la Universidad Estatal de Cuenca.
El agente personal de Simón Bolívar, Luís López Méndez,
formó el Batallón Albión que fue integrado por voluntarios de Inglaterra, Gales
y Escocia. Este grupo contribuyó en las guerras de independencia del país.
Muchos soldados se quedaron a vivir aquí después de la Batalla del Pichincha.
Es así que en nuestra ciudad existen apellidos como Harris, Talbot o Webster.
Harris fue uno de los propietarios de la casa que hoy pertenece a la
Cooperativa Jardín Azuayo, antes del Banco del Pacífico que fue dirigido por un
costeño a quién un miembro de la familia Malo le vendió la casa.
En 1840 ocurrió un terremoto de grandes magnitudes en
Cuenca, como resultado La Iglesia de la Compañía que estaba ubicada en la calle
Padre Aguirre quedó destruida, y varias casas cuarteadas. Un trabajo
para “El Médico de las Casas”. Juan Stiehle, hermano redentorista de origen
alemán, que tenía conocimientos de arquitectura, y le fascinaba el estilo
francés, estuvo a cargo de realizar varios edificios emblemáticos de la ciudad,
entre ellos, La Catedral nueva. Del Parque Hotel & Suites (Antes Casa Arce)
también estuvo a cargo del alemán, dicha casa no siempre fue de la familia
Arce, Manuel Arce compró ese terreno a la familia Malo, el lugar albergaba
pequeños negocios, después de su demolición construyó en 1903 lo que hoy se
conoce como Del Parque Hotel & Suites, de estilo francés gracias a Stiehle.
Cómo particularidad, en 1915 el municipio premió a sus dueños por haber contribuido
al patrimonio de la ciudad. Manolo Montesinos, descendiente de la familia Arce,
me comentó que los techos y las cenefas fueron traídos desde Francia, los mismos se mantienen en perfecto estado.
La planta baja de Del Parque fue sede del primer banco de la
ciudad de Cuenca, el Banco del Azuay, fundado en 1913, y estuvo en esa
dirección hasta 1929, 16 años. El banco tuvo accionistas destacados como:
Federico Malo Andrade, Roberto Crespo Toral, Alberto Muñoz Vernaza, Rafael
María Arízaga, Hortensia Mata de Ordóñez, Octavio Vega Garrido, Remigio
Crespo Toral. Su presidente fue Federico Malo, y su gerente Roberto Crespo
Toral. Esta esquina ocupó también el almacén de José Eljuri, llamado de la
misma manera. Posteriormente sería la emblemática foto tienda Lumino Foto
Silva, de Julio Silva, que sería remplazada por una heladería.
A la derecha Casa Sojos de aspecto colonial ubicada justo al
lado de la casa de la familia Malo, alberga una historia más reciente. En 1978,
Mihael Kriegel, empieza su negocio, una heladería que será recordada por
muchos, por mucho tiempo. Heladería Holanda, estuvo en la calle Benigno Malo
por 32 años, alquilando el lugar a Eva Klinkicht de Tamariz, Cónsul Honoraria
de Alemania en Cuenca. La familia Klinkicht heredó la que hoy no ha dejado de
ser la Casa Sojos. La Heladería Holanda dejó ese sitio, más adelante
desaparecería ese conocido negocio.
Al frente de estas casas coloniales se encuentra la Casa
Tosi, un gran comercio textil que data de 1926. Carlos Tosi Siri deja su natal
Italia para asentarse en Ambato, después llegaría a Cuenca en donde coloca su
negocio de cuerda y elástico. El negocio fue mejorando y creció, así en 1935
llegan las primeras máquinas trenzadoras, y el 11 de abril empieza la
producción en el patio de la casa, en donde estaban los barriles para fermentar
el vino de la familia, así nace Pasamanería S.A., emblemática empresa de la
ciudad que ha dado y sigue dando trabajo a mucha gente. Casa Tosi ocupaba lo
que hoy es una tienda de zapatos de accionistas norteamericanos Payless, el
parqueadero Tosi, y el Banco Capital. Casa Tosi ha sido un lugar de comercio,
en épocas de fundación, ese sector estuvo asignado a Cabildo y Audiencia. Era
un espacio de políticos y administración. Después sería de la familia Ordoñez, a
la cual la guayaquileña Hortensia Mata se uniría después. Lo que hoy es Casa
Tosi, fue hogar de Hortensia Mata. El famoso aviador italiano Elia Liut, quién
fue el primero en sobrevolar los Andes Ecuatorianos, tuvo su recepción en
Cuenca en esa casa.
El Dr. Malo, recuerda la importancia que tuvo Hortensia en
la ciudad, me cuenta que los habitantes de Cuenca buscaban el conocimiento,
pero que vivíamos en condiciones precarias. Que
a las 6 de la tarde, había un desfile de la servidumbre para botar los
deshechos de las bacinillas en las acequias, lo que generaba olores terribles
en la noche. Hortensia Mata, tuvo mucho que ver con las mejoras sanitarias en
nuestra ciudad.
La última esquina construida junto a Casa Tosi, pertenece al
Municipio, fue la escuela Seminario para niñas, conocida también como Escuela
Central La Inmaculada. Antes de ser un centro de educación, en los tiempos de
fundación fue una cárcel, y luego un hospital. Cuando se decidió hacerlo
escuela, el hermano redentorista Juan Stiehle, fue llamado a construirlo. Hoy
la Escuela Central está remodelada por la Arquitecta Anita Asitinbay, ya no
funciona como una escuela, ahora es el Museo de la Ciudad.
Queda decir que los trabajos de restauración redescubren
datos sobre la historia de Cuenca. No es un secreto que hace muchos años, los
habitantes de esos hogares escondían sus tesoros en paredes o los enterraban en
los patios de la casa. Quizás lo que hoy sabemos sobre la calle Benigno Malo,
entre Gran Colombia y Bolívar, cambie con el tiempo. Este sector está lleno de
nuevos negocios, como Zona Refrescante, Tutto Freddo, Subway, Donuts o Café del Parque; el
progreso se abre paso donde reside un heredero de ilustre linaje, el último
Benigno Malo.
Comparto este pedazo de historia en el blog celebrando los 460
años de fundación de Cuenca. Curiosidad y orgullo. Te invito a que compartas la
información de la calle de tu casa. ¿Qué sabes sobre ella?
domingo, 9 de abril de 2017
Cochabamba, el corazón de Bolivia.
Llegué en la madrugada a Cochabamba, buscaba un hostal que
encontré minutos antes en la guía de viaje “South American Handbook 2014” que
llevé, buscaba el “Res Familiar Sabaya” ubicado en la 25 de mayo entre Ecuador
y Colombia. El hogar me perseguía. Estaba algo perdido en un paisaje desolado y
oscuro. El letrero del Sabaya parecía el de un centro de salud. Dudé, pero a
las tres de la mañana poco me quedaba de melindroso.
Primer día de reconocimiento hacia la Plaza 14 de Septiembre
(también Plaza Familiar) ahí se puede encontrar casas de cambio, bancos, varias
cafeterías; mi preferida tiene un estilo antiguo y está detrás de la hermosa
Catedral Metropolitana de San Sebastián. Ese día soleado pasaba de todo, habían
protestas de un grupo indígena que se tomó una de las calles centrales, al
mismo tiempo algunos desinteresados alimentaban a las tantas palomas que se agolpaban
cerca de la fuente. Ahí estaba yo, sentado entre grandes árboles, (uno con un
interruptor, sabe Dios qué prendía) con una buena sombra leyendo la prensa
local, escogí el diario “Opinión”, que me sirvió para ahuyentar un par de
palomas curiosas.
Visité el mercado “La Cancha” para abastecerme, y conocer la
oferta alimenticia y cultural del lugar. Generalmente los hostales tienen una
cocina para los turistas, así se puede ahorrar unos cuántos pesos mientras
viajas. Una señora vendedora de emolientes, por alguna razón errónea, me
preparó una bebida para curar mi homosexualidad. La tomé, supongo que ahora soy
más hetero que antes. Compré mora, avena, y guineo para el desayuno. Pero el
sabor de la mora no es mismo del Ecuador, por lo que no recomiendo el batido de
mora. Ya eran las doce y me dispuse a comer un almuerzo. La cantidad de puestos
de comida en el mercado son tantos que las señoras vendedoras se disputan a los comensales. Yo llegué con mi look
extranjero 2015 y claro que se dieron cuenta. No pasó ni un minuto que salieron las señoras a
jalonearme, fue un capítulo de Walking Dead, Resident Evil, el Papa de gira,
todo junto, escogí a la señora que no me jaloneaba, le di mi mano y me salvó de
los “zombies”. (Mientras tú me ignoras, las señoras del mercado me ofrecen hasta
el postre) Mi delicioso cerebro comía tranquilo un “Trancapecho” que es carne
con papa, huevo, arroz, ensalada, todo eso metido en un pan. Un Sillpancho
metido en pan. Se come bien en los mercados, no lo dudes, no me enfermé nunca. A
esas “Seños” siempre las extrañaré.
Mi fama de mercado terminó, así como el día. La tristeza me
llevó a buscar un bar a la vuelta de mi hostal. Un cartel decía Tequila 5x1. Entré
en el “Vintrash”, me senté en la barra donde conocí a los anfitriones; Junior y
Carlos. Cinco tequilas y conversábamos sobre lo que hay que ver, comer y hacer.
Junior me explicaba que los martes son de Parlana. Un evento organizado por un
italiano viajero que convoca en un sitio aleatorio a nacionales y extranjeros
con el objetivo de conocer personas nuevas que quieren intercambiar lenguaje
(Sí, eso se puede descontrolar). Cada persona se pone un sello de su país en el
pecho, si quieres conversar o aprender, qué se yo… francés, te acercas a una
persona con ese sello. Las reuniones son todo lo que te estás imaginando.
Conocí al organizador con el que intenté conversar, pero fue imposible, le
estaban metiendo mucho trago con un embudo. ¿Cómo no hablar en lenguas?
El Vintrash es un bar con historia. El lugar ha acogido
varios Djs y artistas, pero el dueño decidió abrir un segundo local en una zona
más “caché”. El segundo Vintrash es más electrónico. Y la diferencia con el
primero es que no es tanto una “cantina” sino más bien una pista de baile,
perfecta para el “after”. Gracias a Junior y Carlos me dejaban entrar gratis.
Ahí intenté disputarme los amores de una bella boliviana que era custodiada por
su novio de cinco metros de Sudáfrica. En cambio conocí a una chilena con la
que bailaba rodeado de las doce personas que asistieron ese día al lugar, y a
manera de ronda de jardín de niños saltaban, festejaban (ebrios), y cantaban
“…ven y dime todas esas cosas…”. Todos dados de la mano. El sudafricano también
saltaba con ellos.
Junior y Carlos |
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