Es importante entender que este momento es único en la
música ecuatoriana. La propaganda del gobierno prendió el patriotismo colectivo
como pocas veces se ha visto, la aparición de leyes que promueven la difusión
de música nacional fue muy importante, pero ante todo, las bandas se las han
ingeniado para prevalecer y sobrevivir (como siempre) en medio de una audiencia
poco interesada e ingrata. Aun así, hoy se escucha más música de la nuestra,
que en realidad está lejos de ser nuestra nuestra. Aceptémoslo somos demasiado
snobs.
Así con ese panorama, la mejor apuesta que los músicos
locales pudieron hacer es dejar de lado el protagonismo de la guitarra para dar
paso a otros instrumentos, y otras sonoridades, a veces más simples. Dejaron de
lado las composiciones y letras complejas, se dedicaron a cantar sobre sexo y
banalidad olvidando toda coyuntura política y social. Aunque algunos surgieron
con mensajes revolucionarios sin darse cuenta, me refiero a los sonidos que
homenajean a nuestros ancestros, y en algunos casos hasta renuevan nuestras
raíces.
Sin más preámbulo ¿Qué fue lo mejor del 2016?
Uno de los más destacados es el quiteño Daniel Lofreda más
conocido como Quixosis que lanzó el álbum De
Fiúcher en el que hace realidad un nuevo mestizaje de tecnologías. Un
sonido creado sin computador, pero con muchas máquinas. Si el “Andes Step” tuvo
un origen, yo le apuesto a Quixosis. Escucha “Igual a equis” y “Desenfoque: No
Demise(live)”. Lanzó además un tema para el colectivo argentino Canal Dub que
tiene el recopilatorio World Riddims,
en el volumen 2 incluye “Gnossienne #1 /Satie & Dali (singol)”, una re
versión fantástica de la obra del alemán Erik Satie.
En el país no se escucha frecuentemente la creación de
géneros musicales nuevos, o serios. El “Andes Step” es el más nuevo. Gracias a
Daniel López podríamos estar hablando del género “Reggaetón Abstracto”. López
cruza las líneas de la experimentación electrónica con el tema “Temple”.
Todavía hay demasiados prejuicios con ese género, pero quién sabe qué pase en
el futuro, la cumbia en Argentina se impregnó de un nuevo prestigio después de
que aparecieran fusiones electrónicas como por ejemplo con Pedro Canale de
Chancha Vía Circuito.
Lascivio Bohemia es todo experimento con su Afro Andes EP. Como ya dedujeron, es una
mezcla con base en la música electrónica y los cantos tradicionales afro
ecuatorianos de la zona de Esmeraldas. Se puede disfrutar del particular sonido
de la marimba y el cununo, toda una experiencia con “Caderona” o “Congo”.
La banda guayaquileña que no le teme a la experimentación,
esa es Morfeo, su álbum RA los muestra
oscuros y viscerales, con letras en su mayoría sobre amor, desamor, rupturas;
que son algunos de los elementos que conforman este trabajo. Un sonido bien
logrado protagonizado por muchos sintetizadores, composiciones complejas,
saturadas, y equilibradas por la voz de Carlos Bohórquez. Hazte una idea con
“Más”, y “Perdidos en la Noche”. No olvides escuchar “Psicópata” el nuevo tema
de Mamá Soy Demente, banda liderada también por Bohórquez.
Conde Data es el hijo de las bandas: Mamá Soy Demente,
Morfeo y Macho Muchacho. Lanzó los temas “Kuatro”y “Quasar” en los que continúan
su estilo electrónico con sobredosis de samplers y sintetizadores, sorprende
con la riqueza del manejo de la voz, sin duda la mejor del espectro alternativo
del ecuador.
Un gran futuro le espera a Xavier Peñaherrera, a quien
conocí en la boda de una amiga querida. El es dj y productor que bajo el
seudónimo Xavier Pla nos trajo “Snitch” un gran tema que por alguna razón me
suena muy bien para esta época navideña, lleva sonidos electro bossa nova con
detalles muy estilizados y cuidados. Experiencia chill out indiscutible.
El rock ha sido una gran influencia para los músicos
ecuatorianos, y ha sido difícil salir de esa fórmula por muchos años. En los
noventa destacaban Sobrepeso y Sal & Mileto en las radios. Hoy podemos disfrutar
de música inspirada en géneros como el Surf Rock o el Post Punk. Es el caso de
Boards, banda guayaquileña liderada por Roberto Chalela, y que nos regaló por
navidad “Burning” un tema ligero y melodioso que hace honores a los ochenta. En
la misma categoría encontramos a los cuencanos Molicie con “Soleado”. Ernesto
Aguilar nos muestra la mejor versión de su voz acompañada de guitarras sin
distorsiones exageradas y toques simples, una canción para el verano que no
tenemos.
Si de álbumes indispensables hablamos Los Días Invisibles de El Extraño integra fácilmente esta lista. El
single “Las Chicas Van en Auto” detalla muy bien su sonido indie rock, aunque
no deja las suaves melodías presentes en “Batallas” o “Remolinos”. Este material
tiene cojones, así como Rastros de
Los Vuelos de Mariangula. Un álbum que no tiene miedo de mezclar shoegaze,
grunge y rock. Lanzaron “Celuloide” como su corte comercial, que contrasta con
canciones como “Tetetes”, o “Tanteando(Braazil)”. Sonidos más fuertes que cogen
el estómago.
Volvemos a la costa ecuatoriana con El General Villamil y su
Jalea un álbum muy divertido de
escuchar. Con estilo surf rock y algo de psicodelia, escucha; “Madrigal
Olonsero”, “Chicha Serf”, o su canción insignia “Es El Amor”. Vale la pena
escucharlos en vivo. Así como la banda de Pedro Bonfim, Lolabúm, que metió a la
gente al escenario de la glorieta del Parque Calderón en Cuenca para cantar
juntos, emocionados y algo cabreados (fallas de sonido) su disco debut que
tiene de todo; punk, rock, y la mejor “balada” quinceañera del año, sí,
“Ventanas”. Incluye en tu playlist *“Ciempiés”, y “De Fondo”.
Estos son tiempos de tiranía, y para eso necesitamos un
representante digno. ¿Vladímir? No. Me refiero al proyecto solista de José
Orellana, líder de Jodamassa. La Madre Tirana tiene un lado más sensible y
personal que percibimos previamente en el Esteban
Albino(con Jodamassa) . La
tiranía suena a redención y revelación, transparente con influencias como
Charly García y Spineta. Orellana compuso todo el sonido. En el escenario se
despoja de su protectora guitarra para enfocarse en la voz. “Alferecía (Rock N
Roll)”, “El Cuadro”, “La Mañana Negra” canciones básicas para un álbum homónimo
diverso y lleno de sorpresas, así como el 2016.
Da Pawn, la banda de Mauro Samaniego nos regaló un disco
maravilloso Verano en Coma. Apoyado
en un crowdfunding local, este nuevo material es melodías bien logradas por
todo lado, la voz de Samaniego suena mejor que nunca, se nota el compromiso de
la banda por lograr un sonido superior y sólido, logros que solo con el tiempo
se consiguen. El tiempo es el tema central de las letras, demasiado evidente en
“Años”, “Temblores”, “Ballenas de Ruido”. Sí, suenan a Strokes
intencionalmente. Llegan a su mejor momento en “Ballenas de Ruido”. Si aún no
los ven en vivo, inclúyanlo en la lista de metas del nuevo año, ahí junto a
bajar de peso y dejar de fumar.
Y para tomar en cuenta. Ricardo Pita con su Viento Eterno. Swing Original Monks con
“Amor Inalámbrico”. Elia con “Libertad, Cultura, Fe”. El Porno EP de la banda Porno. El álbum Blasfemia de Guanaco, el EP de André Farra Nightime, Red Rooms de
Sexores, y “Asyntota” de HIATO.
Se acaba el 2016. He disfrutado
mucho de estas increíbles bandas ecuatorianas que espero regresen con más
música. Hay que mencionar la importancia de los espacios culturales que hacen
posible la difusión de todo esto, en particular a República Sur. Ya nos veremos
en el 2017, ojalá no perdamos la viada.
*Tonicamo hace una versión muy buena de “Ciempiés”
**Texto publicado en la gaceta cultural de República Sur del mes de enero del 2017
-Darío Orellana es “El Interruptor” programa de radio
alternativo que se transmite de lunes a viernes en 102.1 FM
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