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sábado, 30 de junio de 2007

Acerca de cómo matar la consciencia


Escribiré de la consciencia entendida como eso que no nos deja en paz cuando hacemos algo mal. Aclarado esto empiezo.

Hace tiempo, mucho tiempo, me dí cuenta de que no podía escapar de mi consciencia si algo "malo" hacía. Mi Sr. Padre una vez decía, en medio de una conversación, que no se puede escapar de la consciencia. Ellos hablaban de política, claro.

La consciencia, pensé, es una cosa que bien se me puede olvidar o no? Entonces me dí cuenta que mi Sr. Padre tenía razón. Pero no del todo. Existe un factor que hace que la consciencia exista.

¿Cuál? Si no se les ha ocurrido yá, les diré que gracias a la religión existe la consciencia(claro de la que hablo yó).

Yo soy católico tradicional, y en mi biblia existen los famosos mandamientos que casi todos conocemos, esos mandamientos son la norma que condiciona nuestra conducta. Si cumplimos, no hay cargo de consciencia, pero si no entonces podemos recurrir a la "lavadora automática" de pecados, el confesionario.

Como soy curioso y me gusta saber cómo se siente estar en los zapatos del otro, empecé a fijarme que tenía amigos a los cuales no les importaban los efectos que podían causar sus "malos" actos. "Malos" actos como que si mi mejor amigo tiene una novia muy buena y si me gusta no tengo el reparo en quitarle la novia sin el menor remordimiento, "malo", como ver que se le cae 20 dólares a algún señor en la calle y lo cojo con naturalidad como si fuera mío, "malo" como, ver que le roban a alguien en la calle y no le ayudo. De estas cosas "malas" por el estilo que causan remordimiento.

Me preguntaba cómo puedo olvidarme de mi consciencia. Descubrí que con la práctica se puede conseguir todo lo que uno quiera. Empecé por dejar de ir a la iglesia, la cual es fuente natural de consciencia, después de una larga temporada de "herejía"(osea de no ir a misa), empecé a ponerme a prueba. Osea, empecé ha hacer cosas "malas", sí, de esas que escribí unas líneas más arriba. Así y con dedicación y paciencia anulé mi consciencia.

Pero, derrepente me encontré con otro factor que hacía posible la existencia de la consciencia, aún en el punto de vista liberal. El new age. Me encontré con el karma, ya saben eso de que si hago algo malo se me revierte a mí mismo, otro causa y efecto. Anulado este me hice una pregunta. ¿Remordimientos? En este punto de mi vida ya no sabía lo que era eso.

Solo entonces entendí cómo era actuar sin la estereotipante consciencia. Un amigo me decía que así es el mundo, duro, que nadie piensa de manera ética.

Quizá sea cierto, pero de todas maneras hay otro factor que aveces cambia y aveces no, ese otro factor de la consciencia es: el cómo preferimos ser, nuestra personalidad.

En mi introspección descubrí que hay reglas que prefiero seguir, pero esta consciencia que escojo por voluntad, la escojo después de haber quitado de mi ser los factores normadores de la sociedad, como mi religión o el new age. Descubrí que tengo mis políticas of dance y descubrí que como dijo Ortega y Gasset: "Yo soy yo y mi circunstancia", pero de que se puede no tener consciencia, se puede no tener consciencia.

15 comentarios:

Luis Miguel dijo...

no hay duda que es uno de los mejores relatos que he leido en este mundo bloguero.

saludos

eljovendario dijo...

Gracias Luismalf, seguiré tratando de escribir lo mejor que se pueda.

Anónimo dijo...

Es mejor probar ambos extremos y encontrar un balance en el centro.

A diferencia de aquello que predican lo puro moral sin haber conocido lo rico del pecado, mi conciencia y yo estamos tranquilos. Tenemos referencias y harto material bibliografico.

eljovendario dijo...

Sí, entendido el balance en el centro como lo que mejor nos acomode. Al fin y al cabo quién puede decir qué está bien y qué está mal. En cuanto a la bibliografía, deberías pasarme unos cuantos datos de esos.

Anónimo dijo...

La bibliografia recomendada ira apareciendo en periodicas publicaciones en el Portal del Pollo, digase mi blog...

eljovendario dijo...

por si,BIBLIOGRAFÍA: www.elboroto.blogspot.com

Anónimo dijo...

a veces es bueno no pararle bola a la consciencia.. y obtienes buenos resultados.

eljovendario dijo...

pero aveces produce chuchaqui moral

Anónimo dijo...

el chuchaqui moral se cura con un buen ceviche de humor, compartido con los amigos, quienes se aseguraran de aderezarlo con sarcasmo.

La biela tambien ayuda

eljovendario dijo...

Sí, un ceviche y una biela, pero en verdad te hará olvidarlo todo?

magician dijo...

Yo creo que la conciencia siempre está con nosotros, solo que muchas veces la tenemos algo "adormecida", el problema aparece cuando existen consecuencias a ciertos actos y ésta despierta para torturarnos, mientras las cosas vayan bien, la conciencia puede seguir descansando.

eljovendario dijo...

Cierto Paul, mi padre dice que nadie escapa de la consciencia, pero qué podemos decir sobre nuestra percepción de lo bueno y de lo malo. Todo dependería de eso...

Juan A. Vintimilla V. dijo...

Definitivamente la conciencia está allí y el karma es el encargado de hacer que la recordemos. Es nuestra decisión el pararles bola, yo recomiendo el no hacerlo, ya que de esa manera se aprecia más el ceviche, la biela, el sarcasmo y todo lo demás que se pueda conseguir después de una mala acción.

jvintimilla@blogspot.com

eljovendario dijo...

Juan, acabé de ver tu blog. Sobre la consciencia, creo que tienes razón sobre todo en lo de la biela y el ceviche, pero y si perdemos algo que vale la pena...

Anónimo dijo...

Creo que te refieres a la "Conciencia". La "Consciencia" es otra cosa...

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