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lunes, 28 de enero de 2008

Heavy Words

Te prometo que voy a ser un buen estudiante. Te juro que no lo voy a volver a hacer. Un día voy a ser un dj. Quisiera salvar a los niños de la calle. Yo voy a estar ahí siempre.

Tenemos una facilidad para enjaularnos en nuestras propias palabras. Letras que juntas hacen un peso y nos maltratan. El pez muere por su propia boca.

¿Cómo podemos estar seguros del futuro? Decimos tantas cosas como: “Te prometo que voy a ser un buen estudiante. Te juro que no lo voy a volver a hacer. Un día voy a ser un dj. Quisiera salvar a los niños de la calle. Yo voy a estar ahí siempre”.

¿Cuántas frases de estas podemos cumplir? A veces hasta por salir airosos de alguna situación difícil decimos palabras que después nos causarán un surmenage. Nos encarcelamos en promesas y juramentos que no sabemos si vamos a poder cumplir. Y lo peor es que no solo quedamos mal con la persona a la que le prometimos, sino que, a causa de esas palabras que pueden o no convertirse en verdad nos auto echamos un peso psicológico sobre nuestros hombros. Quizás la persona a la que le hicimos tal o cual promesa ya ni se acuerde, pero nosotros trataremos de quedar bien porque se supone que lo que decimos es importante. Y en lo personal considero muy importante la propia palabra.

¿Tienes algún peso innecesario sobre tus hombros? ¡Cuidado! El peso de esas palabras no es calculable.

7 comentarios:

Alberto Vazquez Moreno dijo...

Justo ayer pensaba en que mi vida se complicó mucho por las ideas que tuve...uno a veces quiere cumplir con expectativas fantasticas y hay veces en que me doy cuenta que estos deseos se vuelven un peso que daña la perspectiva de como nuestra vida debería ser, ser más simples, mas honestos, pisar más tierra, los día que me doy cuenta de que todo apesta, mi solución es darme cuenta de que tengo que sacrificarme mas para entender lo complicado que es el mundo y todas las limitaciones que tenemos.

Anónimo dijo...

si, lass promesas son equivocadas, nadie nos garantiza nada, ni somos nadie para garanizar nada a nadie.... hoy solo tenemos lo que tenemos, no sabemos como vamos a pensar mañana o cono vayamos cambiando dia a dia... por eso hay que cuidar las palabras sobre todo lo que prometemos!!

Anónimo dijo...

si, lass promesas son equivocadas, nadie nos garantiza nada, ni somos nadie para garanizar nada a nadie.... hoy solo tenemos lo que tenemos, no sabemos como vamos a pensar mañana o cono vayamos cambiando dia a dia... por eso hay que cuidar las palabras sobre todo lo que prometemos!!

Pico dijo...

Mmmm yo creo que en estos dias esas cosas se dicen por pura inercia. Ya no son palabras de peso, generalmente son para un momento de ayuda o de simple excitacion, las promesas que se refieren a cambios son una formalidad, casi vacias. Todo es cuestion de escoger bien las palabras! Asi no te complicas mentalmente.. todo light sin mucho compromiso, pero ofreciendo algo posible, para no parecer politicos.. jaja

Anónimo dijo...

Verba volant, scripta manent...

Las palabras vuelan, lo escrito queda.

Por eso mi viejo me hizo firmas que este año me graduo.

eljovendario dijo...

Creo que la mejor manera de llevar nuestras vidas es no enjaularnos en palabras que quizás dijimos en un momento ezpecífico. Quizás tomamos un vino demás, o la Lorena dijo que sí. Mejor no ponernos un jaque mate a nosotros mismo. En lo personal si yo digo que le hago un disco a un amigo lo pienso y no puedo dejar esa tarea de lado. En mi agenda esa tarea estará hasta que la cumpla. Ese es el estrés que quiero evitar y evitarles Mon amies.

Silvana Tapia dijo...

lo que no entiendo es para qué rayos el ser humano necesita que le prometan cosas.

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