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martes, 26 de julio de 2016

"There is no strong beer only weak men" -Bolivia parte 1


Juan estaba emocionado por explorar Bolivia, tanto que se compró un carro para el road trip Bolivia 2015. Viajamos Juan, Julissa y Yo. El camino desde Arequipa a Bolivia pasa por Puno en donde está el Lago Titicaca peruano (el más grande). No hubo un solo control policíaco, o de tránsito hasta llegar a la frontera con Bolivia. Terrible teniendo en cuenta que alguien podrían estar suelto por ahí conduciendo sin licencia con sobredosis de taurina. Podía pensar sobre eso, o dedicarme a admirar el lago navegable más alto del mundo con una altitud de 3812m de donde, según la tradición Inca, salieron Manco Capac y Mama Ocllo para fundar el Tahuantinsuyo, la capital del futuro imperio Inca. ¿Realismo mágico? ¿Temascal? ¿Inca Kola?

{El camino Arequipa, Puno, Desaguadero es casi una línea recta, el camino es bueno, pero asegúrate de tener altas dosis de cafeína/taurina(o lo que sea) y un playslist animado, porque podrías tener sueño en ese bello, pero monótono camino}


Julissa, Juan y Yo / La realidad de esta foto es que yo conduje casi todo el camino.


Después de congelarnos un poco en el Titicaca, ya en la frontera, en Desaguadero, no pudimos cruzar con el auto de Juan, resulta que Perú y Bolivia no tienen un acuerdo que facilita el libre paso vía terrestre por su frontera, el trámite es complicado y costoso, para los demás países sudamericanos no hay problema. Dejamos el auto en un parqueadero. En cuanto a mí, me restringieron la visita solo a un mes(tres meses es el máximo tiempo para turistas), migración boliviana no estaba de humor, y menos cuando dije que soy periodista. Desaguadero es como toda frontera, desordenada, caótica, polvorienta, repleta de puestos de cambio de moneda, un preludio de lo que íbamos a ver.

Las casas de cambio en la frontera Perú-Bolivia (Desaguadero)


No se pueden perder la lucha libre de las cholitas
                   

Nos quedaba un corto viaje a La Paz, tomamos uno de los muchos taxis colectivos (son baratos), no representaba mucha diferencia con los buses que eran más lentos, destartalados, e incómodos. El viaje se hizo fantástico mientras avanzábamos con las montañas del alti plano como paisaje. La expectativa era grande, y se sentía la altura, nada que un caramelo de coca no cure, de esos que me regaló una gringa en Arequipa que si no los tiraba a la basura, y soy latinoamericano, guardo todo, y me como todo.

Llegamos a La Paz. Con una impactante primera impresión, ese desorden tan caótico me provocó amor a primera vista. Calles en mal estado, con mucho polvo por todos lados, autos viejos, gente caminando por la calle sin cuidado, conductores audaces que no les importa los peatones, vendedores ambulantes, y un fuerte sol que se siente en la piel.

De camino al hostal (Wild Rover) disfrutamos de las calles y veredas estrechas, la ciudad está descuidada, mientras deambulas por el centro tienes la sensación de que volviste en el tiempo. La gente mayor sentada en los parques con su periódico, los vendedores con sus carritos maltrechos vendiendo helados, o algo para comer, niños que quieren lustrarte los zapatos. No es muy diferente de Ecuador o Perú, pero te impresiona que la capital política de Bolivia se parezca más a un pueblito que a una ciudad principal.

Sobre los hostales, yo tuve mucha suerte consiguiendo lugar, no reservé ni una vez, y sufrí solo el día que fui al Machu Picchu. Ese cuarto quedaba arriba de una discoteca, dormir nunca, rendirse jamás. No recomiendo andar por ahí sin reservas, así te sale más caro, yo tuve mucha suerte.

En el hostal Wild Rover por fin descalzo
  

De vuelta en Bolivia el cielo no es tan azul como en Perú, la sorpresa aparece con un teleférico amarillo que cruza la ciudad de La Paz, se siente fuera de lugar en un país que promociona una imagen tradicional. Aunque es un buen transporte, avanza unas tres montañas, conecta sectores económicos, y es emocionante. No recomendado para los que sufren de vértigo. Es la definición de transporte divertido, y quién sabe en el susto conoces a alguien interesante, las cabinas se llenan con al menos 8 personas.   

Mis acompañantes y amigos eran nuevos en el tipo de viaje mochilero. Así que descubrieron el mundo de los hostales, sus fiestas internas y sistemas de respeto no dichos. Yo quería conocer los sitios más "inmundos", ellos el Hard Rock Café que fue un espanto. No vayas nunca. Lo siento Juan. El paseo por la ciudad se vio contrastada por la fuerte protección militar del edificio presidencial. Para cruzar de lado a lado de la Plaza Murillo tuvimos que cruzarla por el medio, que es hasta donde llegaba el perímetro que protegía el hogar temporal del presidente.

La Casa Presidencial en la Plaza Murillo en La Paz
  

Dejando eso de lado tuvimos una excelente explicación histórica de la ciudad y del país con los chicos de Red Cap Walking Tours que hacen un “free walking tour” pero por supuesto que cuesta alguna cosita, una voluntad mínima, que me parece correcto. Recomendado para aquellos que quieren saber los mitos de la famosa Prisión de San Pedro en la que puedes entrar, y si tienes suerte podrás salir. Descubrirás los secretos detrás del pequeño y sofisticado sombrero de “Las Cholitas”. Caminarás por el pintoresco “Mercado de las Brujas” donde podrás hacer amarres de amor con esa noruega de ojos azules que no te para bola, o conseguir los exquisitos métodos de descubrimiento interno de las “brujas” bolivianas (if you know what I mean). Si no buscas rarezas, el mercado Rodriguez es más “clásico” en su oferta. (Seguro encuentras aguacates gigantes, o fetos de llama que sirven de ofrenda a la tierra). Y si te asustaste no te preocupes que es posible que te insulten en la Plaza San Francisco donde también está su iglesia. La gente en Bolivia no es conocida por ser muy amable con los turistas. No es un problema para mí, todo forma parte de la experiencia de un viaje. Cero lamento boliviano. Las historias presidenciales de Bolivia son inigualables, incluye el lanzamiento de un presidente desde un segundo piso. Eso y más con la gente de Red Cap. Un traguito y wi-fi al final en la Taberna de Oliver si es que aún existe.

Por supuesto existen más actividades como el famoso Camino de la muerte que puedes hacer en bicicleta, o visitar el Valle de la Luna. Pero como no fui a esos lugares hablaré del Salar de Uyuni y otros sitios que visité más tarde. Pero eso estará en la próxima entrada de aniversario en el año 2017.

{Tip de viaje: Escribe tus experiencias de viaje en Tripadvisor te servirá de diario para el futuro, paralelamente escribe un diario de los lugares que visitas, fechas, meses, y si puedes marca un mapa digital} 



                  
                                 Buena cerveza boliviana marca Huari y un guía Red Cap
El mercado Rodriguez


Los extranjeros cuando descubrieron que el tour no era gratis
                   

 
     
Decoración lumínica estilo plurinacional


                   


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