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miércoles, 13 de agosto de 2014

15 días on the rocks Feat. Michelle



Soy un escalador principiante (5 años) con preguntas reflexivas. El tiempo ha pasado y resulta normal hacerse esta interrogante: ¿Por qué escalar? La respuesta era más clara al principio. La vida tiene esa cualidad de respuesta, o de guía a domicilio. Y eso pasó.


Michelle Kinny terminando una vía en el Cojitambo

Michelle, de 26 años,  empezó a escalar hace 2 años, y ahora hace un viaje por Sudamérica con el objetivo de visitar los mejores sitios de escalada de la región, y claro, vivir una experiencia diferente. Me la encontré hace 4 semanas en el muro de escalada al que voy regularmente (C3 Climbing Center). Saludamos y diez minutos después ya estábamos escalando algunas vías.



          


(Michelle y Pablo Carvallo en Cojitambo)

Me comentó que tiene un blog sobre el viaje, pero me advirtió que no lo vea porque no está listo. Por supuesto no le hice caso.  Podrán leerlo pronto.

“Milkshake” le gritaban algunos amigos del muro, mientras escalaba las vías más duras en el C3. No es que ellos tuvieran los mejores apodos... “Pastelito”,  “Antenita”, “Chino”, “Gustavo”, “Willy Wonka”. Michelle demostró en poco tiempo que tenía un buen nivel. Su gran flexibilidad y fuerza le ayudaban a sortear pasos difíciles. Adquirió esa destreza en estados unidos, su país de origen y hogar, en donde practicaba danza profesional. Además, es profesora de Pilates. Las dos actividades le permitieron incursionar fácilmente en este deporte por el que expresa mucha pasión y felicidad.                                                           

           

                                                                             (Michelle y Pablo en Cojitambo)


Entrenamos algunos días en el muro de escalada antes de ir fuera de la ciudad. Junto a excelentes escaladores;  Pablo Carvallo (Ushco), Sam Viteri y varios amigos visitamos Cojitambo, Paute, San Fernando, y el Parque Nacional El Cajas. La experiencia fue diversa, disfrutamos de varios tipos de rutas deportivas y boulder. Cuenca está ubicada cerca de todos estos lugares para escalar. No hay excusa.




 (Michelle danzando de la felicidad y Sam en Paute)


(Sí, esa presa es mala)



(Scary? ¡Qué va!)


Pero vuelvo a la pregunta inicial ¿Por qué escalar?

A un día de que Michelle continúe su viaje a Perú le hice esta pregunta y logré algunas conclusiones, recomendaciones, y más preguntas.

Empecé a comentarle sobre mis motivaciones personales para escalar. Le decía que quise practicarlo desde que vi el muro del coliseo. Hace once años era de color negro. Tenía la impresión de que entraba a algo “cool”, era algo complicado cancelar la membresía, parecía desorganizado. Años después le comentaba a David Vazquez, un amigo de la universidad, que quería escalar, y él me llevó a entrenar al coliseo. Me emocionaba la idea de explorar lugares naturales con paredes gigantes.  



Sam, Ushco, Michelle y Darío - El equipo

























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