Tenemos 15 años, miramos mucha televisión, jugamos mucho y
nos cansamos del aburrimiento. También experimentamos, vivimos nuestros límites
y nos arriesgamos, porque somos inconscientes. Pero mercedes ya lo dijo:
“Cambia, todo cambia”. Ahora dedicamos ocho horas de nuestras vidas al trabajo,
ser responsable, impecablemente puntual, tiempos reducidos para comer, ser
efectivo, no novias o una muy comprensiva, ser maquinitas.
Entraste al mundo laboral, una nueva etapa de productividad
continua, y te acoplas a los sistemas. Muchos podrían criticar la baja en los
niveles idealistas personales. Y quizás hasta recuerdes con nostalgia a la
persona que eras. (Dale un click aquí si necesitas consejos laborales:http://bandejadeentrada.wordpress.com/)
La vida personal deja de ser banal, ya no tanto alcohol, las drogas, las
relaciones caóticas (esto quizás nunca acabe), el crimen, el glamour, la
libertad, libertinaje de tiempo limitado (dependiendo). Viviendo la vida a lo
destroyourselves, “nevermind, Kurt, nevermind”. Leary y Hofmann acompañaron a
muchos en bicicleta. Muchas monedas ganadas en Mario Galaxy. Iniciaciones
esnobistas de la juventud de estos tiempos, será la nostalgia de la simple
contundencia del Zhumir.
Be
Stupid (mira esto)
Ocho horas de tu vida, dedicadas al autoestima, a la
autorrealización, una forma de conseguir lo que quieres. También el principio
del sedentarismo, la columna se curva, el estrés aparece y los dolores de
espalda. El cansancio de toda la semana sirve de excusa para quedarse en casa y
ver películas que nunca acabas de ver por el sueño. No se te ocurra ver la
trilogía de The Lord of TheRings, o la saga de StarWars. Tiempo libre
saveusall. El medio día se vuelve fundamental, comer en una hora y media, salir
de la oficina a comer un sanduche en un parque del centro, en modo autista
luciendo raybanhipster, la imagen de un profesional cool de nuestros días(un
Rusty de Ocean´s Eleven, un Jumper, o Russel Brand), no olvides tu termo de
café y los cigarrillos que más te gusten, si no fumas el termo está bien, o el
café para llevar de algún lugar con nombre dulzón. Pero si te quieres ahorrar
el paseo que podría salir en unos siete dólares, puedes ir a tu casa, y comer
con la familia, que nunca cae mal (algo estilo SevenHeaven o Full House).